Los bebés prematuros a menudo pueden necesitar la intervención de un logopeda debido a diversos desafíos relacionados con el desarrollo, especialmente en áreas como la alimentación y la comunicación.

Algunas razones comunes incluyen:
1. Problemas de alimentación: Los bebés prematuros pueden tener dificultades con la succión, deglución y coordinación necesarias para alimentarse adecuadamente. Un logopeda puede ayudar a abordar estos problemas y promover una alimentación efectiva.
2. Retrasos en el desarrollo oral: La prematuridad puede afectar el desarrollo de los músculos orales y la coordinación necesaria para hablar y tragar. La intervención temprana del logopeda puede ayudar a fortalecer estos músculos y mejorar la funcionalidad oral.
3. Problemas de succión y deglución: Los bebés prematuros pueden necesitar ayuda para desarrollar habilidades de succión y deglución, fundamentales para la alimentación y el habla.
4. Desarrollo del lenguaje: Algunos bebés prematuros pueden experimentar retrasos en el desarrollo del lenguaje ya que nacen antes de tiempo y pueden requerir apoyo adicional para alcanzar los hitos del habla.
5. Apoyo emocional y educativo: Los logopedas también ofrecen apoyo a los padres, brindando información y estrategias para ayudar al desarrollo del lenguaje y la comunicación en el hogar.

La intervención de un logopeda puede incluir técnicas y ejercicios específicos para fortalecer los músculos orales, mejorar la coordinación y abordar cualquier problema que afecte la alimentación y el desarrollo del lenguaje. Siempre es recomendable consultar con profesionales de la salud y seguir las recomendaciones específicas para el caso individual de tu bebé.

Dado que los bebés prematuros pueden tener necesidades especiales y, a veces, no tienen la capacidad completa de succionar y tragar al principio, aquí hay algunas pautas sobre cómo dar de comer a un bebé prematuro:
1. Sonda Nasogástrica: Es posible que, al principio, el bebé prematuro necesite ser alimentado a través de una sonda nasogástrica, que es un tubo delgado que se coloca a través de la nariz y llega al estómago. Esto asegura que reciban la cantidad adecuada de leche materna o fórmula
2. Biberón: En algunos casos, el bebé prematuro puede comenzar a tomar leche materna o fórmula de un biberón, especialmente si desarrolla la capacidad de succionar y tragar. Asegúrate de utilizar biberones y tetinas diseñados para bebés prematuros, que facilitan un flujo controlado. Si por alguna razón no es posible proporcionar leche materna se utilizará una fórmula especialmente diseñada para bebés prematuros. Estas fórmulas contienen nutrientes adicionales y son adaptadas para satisfacer las necesidades específicas de los bebés prematuros.
3. Lactancia Materna Directa: A medida que el bebé prematuro se fortalece, puedes intentar la lactancia materna directa. Busca el apoyo de un especialista en lactancia para guiar a ambos durante este proceso, ya que puede requerir paciencia y práctica.
4. Posición Cabeza Elevada: Cuando alimentes a tu bebé prematuro, colócalo en una posición semi-inclinada para reducir el riesgo de atragantamiento y ayudar con la digestión.
5. Frecuencia y Volumen Pequeño: Los bebés prematuros pueden necesitar alimentaciones más frecuentes pero en cantidades más pequeñas debido a su estómago más pequeño. Sigue las recomendaciones del equipo médico sobre la frecuencia y cantidad de alimentación.
6. Monitoreo de la Respuesta: El equipo médico seguirá de cerca el peso del bebé y ajustará la cantidad de leche materna o fórmula según sea necesario para asegurar un aumento de peso adecuado. Observa las señales de hambre y satisfacción de tu bebé y comunica cualquier preocupación al personal médico.


La decisión de quitar la sonda de alimentación en un bebé prematuro generalmente la toma el equipo médico basándose en la evaluación del desarrollo y la capacidad del bebé para alimentarse por sí mismo. Es importante seguir las recomendaciones y pautas del personal médico que cuida al bebé prematuro, ya que cada caso puede ser único y requerir un enfoque individualizado.


Se determina si tu bebé prematuro está preparado para comer implica observar varias señales y trabajar en colaboración con el equipo médico. Aquí hay algunos indicadores comunes:
1. Reflejo de Succión: El bebé prematuro debe tener un reflejo de succión maduro, lo que significa que puede agarrar y succionar el pecho o el biberón de manera
eficaz. Este reflejo puede desarrollarse gradualmente, y el equipo médico
evaluará la capacidad del bebé para succionar.
2. Coordinación Respiratoria: El bebe prematuro debe poder coordinar la succión, la deglución y la respiración de manera sincronizada. Los profesionales médicos observarán si el bebé puede detener la respiración durante la succión y tragar para evitar la aspiración.
3. Desarrollo Muscular: La fuerza y el desarrollo muscular del bebé son fundamentales para una alimentación exitosa. Los bebés prematuros pueden necesitar tiempo para fortalecer los músculos orales y faciales necesarios para la succión.
4. Señales de Hambre: Observa las señales de hambre, como movimientos de la cabeza en busca del pecho, succión de manos y muestras de inquietud. Las señales de hambre indican que el bebé podría estar listo para intentar alimentarse.
5. Peso y Madurez: El peso y la madurez del bebé son factores importantes. Los bebés prematuros que han ganado peso de manera constante y han alcanzado ciertos hitos de desarrollo pueden estar más preparados para la alimentación oral.
6. Consejo del Personal Médico: El equipo médico, que incluye especialistas en lactancia y neonatólogos proporcionará orientación sobre la preparación del bebé para la alimentación oral. Ellos evaluarán la capacidad del bebé y te guiarán en el proceso.

Es fundamental mantener una comunicación abierta con el equipo médico y seguir sus recomendaciones. La transición a la alimentación oral puede ser gradual, y es esencial ser paciente y estar atento a las necesidades individuales de tu bebé prematuro.


Una de las principales orientaciones que da el equipo médico es la lactancia materna ya que es altamente recomendable para los bebés prematuros, siempre que sea posible. La leche materna proporciona nutrientes esenciales y ayuda a fortalecer el sistema inmunológico del bebé, lo que es particularmente importante para los bebés nacidos prematuramente, ya que pueden tener sistemas inmunológicos más frágiles.


Algunas consideraciones específicas para la lactancia materna en bebés prematuros incluyen:

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